Tras el cataclismo bélico que asoló la costa este de los Estados Unidos y destruyó el Distrito de Columbia fue necesario reformar el estado al completo. Se formó la Gran Unión y se inauguró una nueva era bajo el lema "Paz, tolerancia y cooperación". Se instalaron medidas rígidas de control de la violencia: pulseras, programas hormonales y campos de reeducación. Todo con la intención de hacer descender los niveles de violencia para evitar la destrucción de lo que quedaba del país y de sus asolados recursos naturales.

La filosofía del cuenco ascendió rápidamente en este contexto antibelicista y de escasez de agua y comida. Por los acuerdos de Kinsey-Hutton se asignó a la población masculina la tarea de reconstruir la agricultura. Las mujeres quedaron al cargo de administrar casi toda la política (a excepción de la defensa) dictada por Quimera, así como la gestión de la tecnología.

El Cuenco blanco, construido en la costa este del Nuevo DC, es la sede del Gobierno de la Gran Unión, un símbolo de la nueva vocación de servicio y ofrenda que deben adoptar todos sus ciudadanos. La arquitecta Calliera Hutton, declaró que se inspiró en el útero femenino, primera cuna de la humanidad, a la hora de diseñarlo.

El Cuenco se encarga de agricultura, comercio, trabajo, fiscalidad e interior.