Desde joven Daliev (sensible y tímido, hijo único, nacido en Bohemia) mostró aptitudes para la música y recibió una formación clásica, en conservatorio, bajo las grandes figuras del nacionalismo checo, cuyas obras llegó a poder interpretar con varios instrumentos distintos, montados en una mesa de mezclas. En su tiempo libre, ya en la adolescencia, alcanzó gran renombre como DJ en salas alternativas de Bohemia.

Hijo de una familia burguesa de posibles acudió a un colegio de élite donde hizo amistad con Lena Gradavi. Ella fue la primera persona a la que confesó su homosexualidad y eso los convirtió en inseparables. 

Daliev estudió tecnología simbiótica en Düsseldorf, Alemania, en el mejor centro europeo de esta especialidad, y pronto se convirtió en un experto afinador. Se le considera uno de los mayores virtuosos en el enlace simbiótico y uno de los mejores conocedores en electricidad cerebral. 

Como músico experimental, ha publicado una sinfonía compuesta únicamente por ondas cerebrales, que no puede percibirse por los sentidos y solo puede ser escuchada por medio de simbiontes.